Objetvo en la vida

“Fui al bosque porque quería vivir deliberadamente, quería vivir profundamente y sacarle el jugo a la vida, para frenar todo lo que no fuera vida… para no darme cuenta en el momento de mi muerte que no he vivido…”

Mensaje inicial tradicional para iniciar una sesión de la Sociedad de los Poetas Muertos.

Sin lugar a dudas encontrar o darle razón u objetivo a la vida, es la mayor ambición de cada uno de nosotros, alcanzar nuestras metas y, una vez alcanzadas, buscar nuevos desafíos que enfrentar. Pero esto es, muy a menudo, un sueño de alguien más que se proyecta en nosotros mismos, pues a quién no le han dicho en algún momento de su vida (sus tutores) “has tal cosa para ser alguien en la vida, para que le des un mejor estilo de vida a tu futura familia” o “yo no tuve nada de lo que tu tienes pero me esforcé por darte más de lo que me dieron a mi”, o algo similar haciendo mención a sus ambiciones personales que fueron truncadas por sucesos “x” de la vida. Es en si lo que le sucede a uno de los personajes de la película “La Sociedad de los Poetas Muertos”, Neil, el cual se ve forzado a acatar cada una de las órdenes de su padre más, al parecer, por miedo que por respeto.

Esta es una condición que está muy acorde a lo que se inculcaba por esos tiempos (pues la película se desarrolla en el año 1959) donde se escuchaban lemas, por decir lo menos, bastante particulares, como “la letra con sangre entra” y/o “el sufrimiento ennoblece” entre otros y que aun hoy se escuchan de vez en cuando, lo cual motivaba a ser completamente obediente y sumiso por temor y reprimir nuestros deseos, por así decirlo, actuando para uno mismo, o, en su defecto, decidir actuar frente a todo el mundo haciendo creer algunas cosas a ciertas personas y siendo libre y real con otras hasta que la farsa haya sido descubierta.

Si bien las condiciones actuales (en la mayoría de los casos) distan mucho de la crueldad de esos padres y profesores, hoy se puede ver claramente en los jóvenes una condición similar de acatar o más bien de actuar como alguien más espera que actuemos, concluyendo en la realidad de Neil, que tenía que actuar para obedecer las indicaciones de sus padres, para luego dejar de actuar y ser realmente el con sus amigos, sobre todo estando en la “Cueva India” y más adelante mientras actuaba…

Si tomamos en cuenta estos antecedentes ¿a qué se debe que muchos jóvenes (si no son todos) se vean en la obligación de ocupar máscaras?

Es sin lugar a dudas culpa de los prejuicios sociales de los cuales se harían presa si no actuaran como se les ha establecido, si bien en muchos casos también predomina la presión familiar, es principalmente la causa social la que limita a los jóvenes y los obliga a usar caretas, cual si fuéramos el protagonista de “abre los ojos”, motivados a utilizar día a día una máscara y tratando de ocultar a toda costa lo que, a nuestro criterio, sería monstruoso para los demás. Sin embargo existen, auque muy pocas, personas que prefieren actuar libremente, dejando de lado los prejuicios, siguiendo una débil línea dentro de lo correctamente establecido pero a tal punto que para la sociedad no estarían actuando bien pero tampoco mal, es así como nace una de las frases de una de las personas que conozco y que siguen este estilo de vida; “Prefiero ser así para que cuando me equivoque o fracase nadie se decepcione, pues todos ya creerían de antemano que me pasaría” por S. Collao.

Pero dejando de lado a esos “pocos” y volviendo a la situación general o común notamos que a menudo esperamos y/o buscamos la aparición de un “Profesor Keating” el cual no nos guiaría, si no que, más bien, nos enseñaría el camino y nos daría la pauta de cómo seguirlo para que así nosotros mismos dejemos de lado nuestras caretas, pero de manera individual, propia, y para que así de una buena vez “comencemos a recoger botones de rosas mientras podamos”, “disfrutar de nuestras vidas”, “sentir que estamos vivos” (haciendo mención a las primeras escenas de la película, al texto citado al principio de este ensayo, al Carpe Diem…) como lo hizo cada uno de los personajes de la película; abandonando sus caretas, avanzando por la senda señalada por su profesor e incluso abriendo nuevas vías; siendo originales.

Finalmente el tema trascendental, a mi parecer, es el del suicidio de Neil, pues, a todas luces, parecía deducirse una situación en la que enfrentaría finalmente a su padre y este se vería incapaz de dominar a una persona que ya tiene la edad suficiente para discernir sobre lo que le conviene o no e incluso hacer lo que para si estime conveniente. Es precisamente ahí donde ocurre lo inesperado; para algunos es la cobardía reflejada en aquel acto tan bajo, aquel ejemplo que no se debe imitar, la idea de escapar sin asumir los problemas e incluso el ser egoísta y no pensar en el sufrimiento del círculo de personas que lo rodean y es precisamente ahí donde aquellos juicios no son capaces de hacer notar que aquel individuo, que yace en el suelo con un surco de bala que atravesó su cabeza, antes de tirar del gatillo hizo un ultimo viaje hacia la naturaleza, hacia el bosque, se impregnó de él (como diría descartes; “viaja a la naturaleza para olvidar, para obtener nuevas ideas y luego vuelve a tu ciudad para construir en ella”) para notar luego que su objetivo estaba cumplido y que ya no podría volver a desobedecer a su padre porque no se le sería permitido en las condiciones que se le avecinaban, pero ya había hecho lo ultimo y único que quería hacer (mucha consecuencia por lo demás); actuar desde el punto de vista teatral, pero, además, desde otro punto de vista, el hecho de poder al fin sacarse la careta y ser libre, ser él mismo. Cabe mencionar, también, el tema del egoísmo y el lograr para si mismo la libertad pero no pensar en los sentimientos de los demás, pero ¿no es egoísta, también, tan solo el creer eso? El tener despierto en contra de su voluntad a aquel que entiende que el sueño lo va venciendo y lo único que desea es ir a dormir, ¿no es acaso egoísta el sentirnos dueños de una vida ajena?

Día a día convivimos unos con otros y nos creemos con la libertad de definir, o mas bien alargar indefinidamente el tiempo en el que debemos permanecer y nos obstinamos en prolongar también el tiempo de otros sin darnos cuenta que somos extranjeros en el lugar en el que estemos, diversas situaciones o hechos nos obligan necesariamente a trasladarnos a otro lugar, por ende debemos de disfrutar del día a día para no darmos cuenta en el momento de nuestras muertes que no hemos vivido… o que si lo hicimos fue tristemente para convertirnos en alimento para gusanos.

Links de interés

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