miércoles, 2 de febrero de 2011

A perderse.

-¿Llueve?

-¿Importa?

-No, solo que...

Un dulce verso que se aventura a brotar de ambos labios en comunion deteniendo sutilmente el supuesto enunciado; luego un silencio aterrador pone en evidencia nuestras claras intenciones.

Las miradas lascivas dan paso a caricias poco planeadas y sentimientos ocultos en lo más profundo de nuestras miserables existencias.

Una de sus manos, silenciosa, se aproxima al pomo de la puerta mientras la otra me invita dulcemente a la perdición más allá de sus ojos.

-¿Vamos?

El silencio parece ser la mejor respuesta... a la par me levanto y enciendo el objetivo.

-¿Corremos?

-¿Estás seguro?

-¿Que más da? De todas formas terminaremos empapados... sumergidos.


¿Será preciso el pedir solo un poco más de agua o lava quizás?..