viernes, 10 de febrero de 2012


Corrían con los dedos entrelazados, abrazados por la noche más obscura de sus vidas.

Al poco andar las paredes, a los costados, comenzaron a acercarse formando estrechos pasillos; el piso a sus pies a ratos gemía cubriendo con un lúgubre ruido metálico todo el espacio…

Unas escaleras y su pasamanos oxidado detuvieron la desesperada huida dando tiempo para que ella recobrara el aliento y la razón, mientras él se apresuró en fundir sus labios en un adiós que ella no supo comprender.

Y es asi como es preferible no forzar al amor tal y como sucede y se debe hacer, por lo demás, con aquellas palabras osadas que intentan a ratos describir sentimientos inexplicables.







Y es asi como es preferible no forzar al amor tal y como sucede y se debe hacer, por lo demás, con aquellas palabras osadas que intentan a ratos describir sentimientos inexplicables.