viernes, 6 de agosto de 2010

Sueños entre la lluvia.



Aquel estruendo tras de sí luego de cerrar la puerta lo siguió por varios minutos más.


No se había percatado de ello en la calidez del hogar a eso de la media noche, pero ahora en el exterior, y corriendo desesperadamente sin destino alguno, sentía caer sobre si una fuerte lluvia, de aquellas típicas de Temuco, en las cuales no se logra ver con nitidez a más allá de algunos pocos metros.


Conforme corría, sus pasos creaban un húmedo eco en la ya desierta vereda mojada; su mente enajenada imaginaba y creaba situaciones tales, que pudieron haber sido quizás, para evitar el gran malentendido en su hogar, pero cosas que, al fin y al cabo, ya no podría intentar y que se perderían en lo más recóndito de su enfurecido interior.


Sus pies ya estaban empapados y mientras su rostro seguía siendo azotado por la lluvia dejó de pensar; si bien sus piernas corrían aleatoriamente ahora ello no importaba ya no sabía ni siquiera donde estaba…


Luego de unos minutos una silueta con paraguas se dibujó a lo lejos; era bastante extraña la situación, no habían vehículos ni ruido alguno más que el de la constante lluvia a su alrededor. Aquella silueta le insinuaba ser alguien conocido, quizás un tanto más que eso. A estas horas poco importaba.


Caminó hacia ella; poco a poco la silueta se hizo más nítida y comenzó a reflejar el cuerpo de una mujer. A solo unos metros de ella sus ojos se enfrentaron, mientras ella alzaba una mano para invitarlo a compartir la calidez de sus húmedos labios.



¿habrá sido más que solo un sueño?