domingo, 2 de octubre de 2011

Último abrazo


Un sueño se apresta con fuertes recuerdos y un gran abrazo, cubierto de rencor, desde el cuello recorre mi cuerpo, demostrando que no es precisamente lo que sus labios mencionan, con delicado descaro, en el querer creer del mismo querer

y vaya a saber Dios qué otras barbaridades se escondan en sus intenciones, que al final del día parecen tomar más fuerza que aquella oculta a plena luz, mientras me recojo esperando que aquel gesto pueda defenderme... que ingenuo.


Poco a poco las palabras se unen y al diablo con el código y las formalidades, pues estas obligarían a cualquiera a soltar aunque sea una lágrima solo por cumplir con el deber en dicha situación ¿por compasión?..


Se suceden los minutos y el sol continúa huyendo mientras descubro que no tengo nada que ofrecer más que un fuerte abrazo también.








Pudo haber sido en la playa, en un balcón,
tras el cristal de una ventana o producto de la imaginación...