viernes, 23 de octubre de 2009


Calidez otoñal


El suave sol del otoño

irradia su falso esplendor,

débilmente entregando

una sensación de calor.


Arrulla, sin querer, mi faz,

mis tristes manos a su vez

frías siguen sin pretender,

esperando tu interés.


De luz, delicada lluvia

me insta a flotar y nadar,

en heladas aguas de luz

soñando y añorando paz.


El frío de la, ahora, tarde

nubla aquel frágil sol,

que simula añorada paz,

pide a mudos gritos tu don.


Al final, el sol cansado,

de triste fingido labor,

se va de mi cielo opaco,

tirando con el mi amor.



Lo escribí hace algun tiempo, sé que te agradó, aunque, pese a lo que más tarde sucedió, me cuesta trabajo el imaginarme si de algo sirvió... ¿qué me dices tu? ¿Lo volverás a ver? ¿Sentirás lo mismo que aquella vez? Ya no hay tiempo para seguir torturandote con mis extrañas preguntas... perdón!