miércoles, 11 de mayo de 2011

Ingenuidad


Basta ya de mirarnos.

Por favor, solo un segundo, en un gesto más allá de la resignación, que sucede cada vez que bajamos las miradas cuando el objeto juega con nuestros pasos, empeñándose en dejarnos frente a frente

¿Volvamos a caer y creer en cada una de las promesas ingenuas, que hablan e inyectan el amor en el inconciente, privando de significado alguno más que el de la certeza en el sentir?

Puedes mirarme y volver a creer; pretendo hacer lo mismo, luego de sacudir cada uno de los despojos rojos de incertidumbre de las falsas imágenes de tu recuerdo.

Vamos, levanta la mirada que ya no hay más que fingir o demostrar, frente a la luz de la sinceridad que compartimos en completa comunión en complicidad… todo se impregna y tiñe de pasión.

Ya es momento de expresarlo…