martes, 15 de julio de 2014

Recuerdo

A ratos extraño el mundo feliz, aquel del que me hacía partícipe en aquellas fugaces tardes en su hogar; un ejercicio de matemáticas, realizado de la forma más metículosa posible, o la simple lectura uno al lado del otro en la sala de estudios mientras el sol se escapaba por entre las cortinas de las ventanas para poco a poco dejarnos a oscuras.

No podía evitar observar su perfil serio y concentrado el cual interrumpía al notar mi interés en ella. Un rubor y una sonrisa, un discreto "te amo" al oído seguido de un beso eterno para despedir las últimas luces del día...