Con los árboles,
Bajo los árboles…
Siento el rocío suave,
Posar en mi rostro su timidez.
Con cada gota
A la oscuridad apresura;
La seguridad se desvanece
Junto al amanecer.
En su eterna perdición,
Encuentros y reencuentros
De desconocidos.
Tal vez hay más que frustración.
Volvamos a comenzar,
Que la oscuridad no presta
Ya su grata complicidad…
Bastará, quizás, con solo esperar.
Y el sentido en sus manos
Se ha de apear,
En veloces estragos
Entre hojas, raíces y seres extraños.
quién sabe si alguna vez vuelva aquella situación carente de control alguno a sujetar fuertemenente los brazos de mi absurda imaginación...